Soy un animal pequeño, piensa mi nombre un rato, porque agregando una «n” tendrás mi nombre en el acto.
El roer es mi trabajo,
El roer es mi trabajo, el queso mi aperitivo y el gato ha sido siempre mi más temido enemigo.
Canto en la orilla
Canto en la orilla, vivo en el agua, no soy pescado, ni soy cigarra.
A la orilla de los ríos
A la orilla de los ríos, croan sin meterse en líos, saltos dan, mas no son osos sino animales verdosos.
De colores verderones,
De colores verderones, ojos grandes y saltones, tenemos las patas de atrás muy largas para saltar.
Si la tienes
Si la tienes tú la buscas, si no la tienes, ni la buscas, ni la quieres.
Mi madre me labró una casa
Mi madre me labró una casa sin puertas y sin ventanas, y cuando quiero salir, rompo antes la muralla.
De huevo blanco y hermoso
De huevo blanco y hermoso una mañana nací y al calor de una gallina con mis hermanos crecí.
Si adivinar te entretiene
Si adivinar te entretiene contéstame sin sonrojo, ¿qué insecto es el que tiene entre tres y cuatro ojos?
En un monte muy espeso
En un monte muy espeso anda un animal sin hueso.
¿Qué animal va por la vida
¿Qué animal va por la vida con los pies en la cabeza? ¿Qué animal así camina?
Me visto muy elegante,
Me visto muy elegante, y no voy a ninguna fiesta, con la levita flamante, me zambullo en la pileta.
Viste de chaleco blanco
Viste de chaleco blanco y también de negro frac. Es una ave que no vuela. Pero nada. ¿Qué será?
Soy chiquitito, puedo nadar
Soy chiquitito, puedo nadar, vivo en los ríos y en alta mar.
Adentro no hay quien me alcance
Adentro no hay quien me alcance y si salgo sufro un percance.
¿Qué bicho dirás que es,
¿Qué bicho dirás que es, que es algo y nada a la vez?
Es animal vertebrado
Es animal vertebrado, del hombre el mejor amigo, a veces es cazador y otras un buen lazarillo.
De cierto animal di el nombre
De cierto animal di el nombre: es quien vigila la casa, quien avisa si alguien pasa y es fiel amigo del hombre.
Por más que se suena
Por más que se suena el moco le cuelga.
Nadie admira tu cantar,
Nadie admira tu cantar, ni tus patas, ni tu pico. Todos se quedan prendados de tu abanico.